Las ventanas de PVC (cloruro de polivinilo) pueden reciclarse y utilizarse para fabricar nuevas ventanas, puertas, tuberías y otros materiales de construcción. Se trata de una forma estupenda de reducir la cantidad de residuos de plástico que acaban en los vertederos cada año. En este artículo, hablaremos de cómo reciclar ventanas de PVC y de los tipos de productos para los que se pueden utilizar.
¿Qué es exactamente el PVC?
El PVC es una combinación de carbono, hidrógeno y cloro. Sus componentes proceden del petróleo bruto (43%) y de la sal (57%). Según informa ASOVEN (Asociación de Ventanas de PVC), el PVC es el plástico con menor dependencia del petróleo.
Actualmente, sólo el 4% del consumo total de petróleo se destina a la fabricación de materiales plásticos, y de éste, sólo una octava parte corresponde al PVC. Este hecho lo convierte en una alternativa de gran futuro, ya que nos permitirá reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Además, es un material muy versátil que puede utilizarse en diversos sectores como la construcción, el embalaje o el transporte.
El PVC presenta muchas propiedades que lo convierten en un material ideal para una amplia gama de aplicaciones. Es fuerte y duradero, pero ligero y fácil de trabajar. El PVC también es resistente a los productos químicos, la humedad y los impactos, lo que lo convierte en una opción popular para todo tipo de aplicaciones, desde tuberías de fontanería hasta materiales de construcción, p.ej. las ventanas de PVC.
Además, el PVC puede reciclarse y, por tanto, es una opción sostenible tanto para los consumidores como para las empresas.
PVC reciclaje
Hay muchas razones por las que la carpintería de PVC se ha convertido en una de las opciones más populares en los últimos años. Una de las principales ventajas de las ventanas de PVC son sus propiedades de aislamiento térmico, que pueden ayudar a mantener a tu casa caliente en invierno y fresca en verano.
Además, las ventanas de PVC son reciclables en su totalidad, incluyendo el vidrio, los herrajes y los perfiles. Esto las convierte en una opción más sostenible que otros tipos de ventanas. Es más, las carpinterías de PVC requieren poco mantenimiento y son fáciles de limpiar, por lo que son ideales para los hogares más ocupados. Con tantas ventajas, no es de extrañar que la carpintería de PVC se haya convertido en una opción tan popular para los hogares y las empresas.
Se puede decir que el PVC es reciclable gracias a su facilidad de transformación y a su termoplasticidad. Su reciclaje es tan antiguo como su propia fabricación, que se remonta a 1931. Existen varios métodos de reciclaje: el reciclaje mecánico, el reciclaje químico y el reciclaje fisicoquímico.
Las ventanas de PVC son reciclables, ya que aproximadamente el 82% de la ventana está hecha de PVC que puede reciclarse hasta diez veces. El 18% restante de la ventana está formado por vidrio y metales que también pueden reciclarse. Como resultado, ¡las ventanas de PVC tienen una vida útil de más de 350 años!
Proceso del reciclaje de policloruro de vinilo
Según ASOVEN, en primer lugar, los desechos de los perfiles del proceso de fabricación de las ventanas y las ventanas viejas son recogidos por las empresas de extrusión que sirven los perfiles. Los rechazos en la línea de fabricación de extrusión de perfiles se reciclan en la misma fábrica donde se producen. Se trata de una forma muy eficaz de reducir la contaminación ambiental y también contribuye a ahorrar energía.
En segundo lugar, los residuos se transportan a la planta de reciclado donde se tratan para reutilizar el PVC como materia prima. Luego, los molinos trituran los materiales que componen una ventana: vidrios, gomas, PVC y hierro.
Después, para obtener el compuesto de PVC, es necesario someter el compuesto triturado a una secuencia de magnetización y tamizado, para proceder a separar los materiales férricos y el PVC.
A continuación, hay que clasificar y separar los diferentes materiales según su tamaño, y hacerlos caer por caída libre para que se agrupen por diferentes pesos específicos. Finalmente, se puede obtener el compuesto de PVC por separado.
En el sistema fotoeléctrico, el PVC se clasifica por colores y se vuelve a iniciar un nuevo ciclo. Además, el material obtenido puede ser devuelto a la tolva de las extrusoras de los perfiles que alimentan el nuevo producto a fabricar sin realizar ningún otro proceso previo como el calentamiento, el secado o la cristalización.
Existe una segunda industria que utiliza el PVC obtenido del reciclaje para un segundo uso industrial. Esta industria utiliza el PVC para fabricar tuberías, juntas, perfiles de todo tipo, suelas para zapatos, mobiliario urbano, suelos absorbentes para niños, etc. Al utilizar PVC reciclado, esta industria puede reducir su impacto medioambiental y ahorrar dinero.
España ha avanzado mucho en los últimos años en materia de reciclaje y gestión de residuos. Gracias a las ayudas de la Unión Europea hay más de treinta plantas de reciclaje mecánico repartidas por todo el país, la mayoría concentradas en las regiones de Cataluña, Madrid, País Vasco y Levante.
Estas plantas desempeñan un papel fundamental en la reducción del impacto ambiental de España y la conservación de los recursos naturales. Al reciclar materiales como el papel, el plástico y el metal, estos establecimientos ayudan a reducir la cantidad de residuos que acaban en los vertederos.
Además, proporcionan una importante fuente de materias primas para las industrias que utilizan materiales reciclados en sus productos. Como resultado, el gobierno español juega un papel importante en el esfuerzo global para reducir la contaminación ambiental y promover el desarrollo sostenible.
Producción de PVC y gestión de residuos sólidos urbanos
Las industrias de fabricación de PVC apoyan las iniciativas de recuperación de residuos, promoviendo el reciclaje siempre que sea posible. Por ejemplo, muchos fabricantes son signatarios del compromiso voluntario conocido como VinylPlus.
Esta iniciativa, puesta en marcha por la industria europea del PVC, pretende aumentar el reciclaje de los residuos postconsumo de los productos de PVC. Con ello, el objetivo es garantizar el desarrollo sostenible de la industria del PVC en general.
Muchas empresas de carpintería dentro de la industria del PVC ya se han comprometido con las metas y objetivos establecidos en Vinyl Plus, y siguen trabajando para aumentar el reciclaje de los productos de PVC. De este modo, el sector de la carpintería de PVC contribuye a garantizar un futuro más sostenible para la industria en su conjunto.
Más allá del reciclaje de la materia prima
La carpintería de PVC tiene muchas ventajas, una de las cuales es su aislamiento térmico y acústico. En el mundo actual, es importante utilizar la energía de forma racional y reducir nuestro impacto en el medio ambiente. Un aislamiento adecuado es esencial para ambos objetivos.
La carpintería de PVC proporciona un excelente aislamiento, ayudando a mantener las casas y los edificios calientes en invierno y más frescos en verano. Esto puede ahorrar una cantidad significativa de energía, así como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, la carpintería de PVC puede contribuir a reducir la contaminación acústica. Al amortiguar las ondas sonoras, puede hacer que una casa u oficina sea más tranquila y relajante. A medida que seamos más conscientes de la necesidad de proteger el medio ambiente, productos como la carpintería de PVC serán cada vez más importantes.
Reciclaje – la clave de un futuro más verde
Como hemos visto, el reciclaje es esencial para un futuro sostenible. Las carpinterías de PVC pueden reciclarse de forma fácil y eficaz, lo que las convierte en una excelente opción para quienes desean reducir su impacto en el medio ambiente. Con sus muchas otras ventajas, la carpintería de PVC es la solución perfecta para un futuro más ecológico.
