Un calendario de renovación y una estimación preliminar de los costes te ayudarán a ahorrar tiempo, dinero y disgustos. Si planificas bien el trabajo, podrás detectar cualquier imprecisión o déficit financiero antes de que se produzca ningún gasto. Un horario te ayudará a concertar citas con contratistas: reserva hora para electricistas, fontaneros, equipos de construcción o instaladores de puertas. Averigua cuándo pedir y colocar puertas, cuándo sustituir ventanas y cuándo pintar paredes e instalar suelos.
¡Ojo! No es necesario que calcules todos los costes con una precisión de céntimos. Aunque quieras abordar esta tarea con minuciosidad, puede que no sea factible establecer una estimación exacta de los costes, ya que los precios cambian con rapidez. Sin embargo, merece la pena hacer al menos una estimación aproximada de los gastos que se producirán en etapas concretas y, lo que es más importante, calcular los costes “por encima”.
¿Cuándo pedir una puerta y por qué pensárselo antes de realizar una reforma?
Las puertas interiores se instalan al final de la renovación. Las paredes y los suelos deben estar acabados. Puedes colocar los rodapiés más tarde, pero el resto del trabajo debe estar hecho de antemano.
La situación es diferente en el caso de las puertas exteriores, que deben instalarse antes de terminar las paredes. ¿Por qué? Porque la preparación del hueco de la puerta y la instalación de los marcos y las hojas puede dañar las paredes o el suelo. La sustitución de las puertas exteriores es mucho más invasiva que la de las puertas interiores, que se instalan en paredes ya acabadas.
¿Cuándo pedir las puertas? Tanto las puertas exteriores como las interiores deben encargarse con bastante antelación. El tiempo mínimo necesario para fabricar las hojas y los marcos y preparar el pedido suele ser de 4 semanas (aunque el plazo puede ser mayor en función de la disponibilidad de materiales).
Si no sabes qué puerta elegir y cuándo realizar el pedido, ponte en contacto con nosotros. Te asesoramos sobre la mejor opción para tu vivienda. También puedes acceder a nuestro configurador de ventanas de pvc, puertas y persianas y hacerte con nuestra oferta.
Reformas paso a paso
Las obras suelen realizarse en un orden determinado. Por supuesto, hay veces en los que es necesario invertir el orden de las actividades y ajustar el plan al instante, pero es mucho más fácil reaccionar ante los cambios sabiendo lo que hay que hacer y cuándo. Descubre cómo planificar la reforma de una vivienda:
1. Elimina lo que no se puede arreglar (y lo que ya no quieres)
El primer paso es retirar y desechar lo que hay que sustituir. En esta fase se raspan las baldosas viejas, se desmontan los rodapiés, se retiran los suelos dañados, se desmontan los muebles y se derriban los tabiques (si tienes previsto cambiar la distribución del piso).
2. Levanta paredes nuevas
Si vas a levantar paredes nuevas, decide si serán de ladrillo o de armazón. La colocación de tabiques nuevos debe realizarse en la fase inicial de la reforma, en cuanto hayas retirado del piso todo aquello de lo que quieras deshacerte.
3.Comienza las nuevas instalaciones
Realiza una inspección de los sistemas eléctricos, de fontanería, gas, calefacción. Si hay que cambiar, reparar o modificar algo, hazlo en esta fase. Colocar nuevas instalaciones o reubicar tomas eléctricas es un proceso invasivo que genera mucho trabajo y desorden. Esto se debe a que es necesario forjar en paredes o suelos. Para muchas personas, esta etapa es el recuerdo más difícil del proceso de renovación.
4. Sustitución de ventanas y puertas exteriores
La sustitución de puertas y ventanas exteriores implica recortar los viejos marcos y marcos de las puertas y, a menudo, adaptar las aberturas a la nueva carpintería. En el proceso se genera mucho polvo, por lo que es mejor planificar la instalación de las nuevas puertas o ventanas al principio de la reforma.
¡Ojo! Tras la instalación de la carpintería, es esencial proteger las ventanas y puertas de los posibles daños. Cúbrelos cuidadosamente con una lámina y cinta adhesiva, prestando atención no sólo a las hojas o marcos, sino también a los herrajes o manillas. El polvo generado durante la renovación puede dañar estos mecanismos.
5. Trabajos en húmedo: primero las paredes
Los trabajos en húmedo son los que consisten en preparar paredes y techos para pintar o empapelar. Decide con qué quieres cubrir el sustrato: yeso o enlucido de cemento-cal, o quizás cartón-yeso o cartón-yeso con un compuesto para juntas.
Prepara las paredes para la pintura recubriéndolas con una capa de imprimación, que reduce la absorbencia del sustrato y mejora la adherencia de la pintura.
6.Ahora el suelo
Una vez preparadas las paredes, llega el momento de instalar los suelos:
- verter una solera autonivelante (si el suelo antiguo ha sido raspado o si la superficie del mismo está torcido),
- raspar el suelo (si el piso tiene un parqué desgastado, por ejemplo),
- colocar las baldosas.
Truco: si vas a colocar laminado o parquet nuevo sobre un suelo en bruto, puedes planificar este paso después de pintar o empapelar las paredes. La instalación de parquet o tablones de madera no debe dañar las paredes.
7. De vuelta a las paredes
Una vez que los suelos estén listos, pasa a pintar o empapelar las paredes. Merece la pena dejar estos trabajos para el final, ya que alicatar o raspar el suelo suele generar mucho polvo.
¡Importante! Asegúrate de proteger el suelo, las ventanas y las puertas antes de empezar a pintar.
8.Instalación de las puertas interiores
Ha llegado el momento de instalar puertas interiores. Se trata de una fase importante de una reforma que puede cambiar radicalmente el aspecto de un interior. Aunque a menudo esperamos con impaciencia este paso, merece la pena tener paciencia. Si decides instalar las puertas de antemano, las hojas o los marcos pueden ensuciarse o estropearse.
9. Enchufes, interruptores, lámparas y demás accesorios
Lo mejor es instalar primero las tomas de corriente y los interruptores de la luz, sobre todo en las zonas que se van a amueblar. Después, sólo queda instalar la iluminación y los electrodomésticos y colocar los muebles (normalmente de cocina y baño). Y por último se traen los muebles y se decora el interior.
Con una planificación anticipada y el enfoque adecuado, una reforma puede llevarse a cabo sin complicaciones y molestias. Con suerte, pronto estarás disfrutando de tu casa recién remodelada.
